lunes, 21 de septiembre de 2009

Confianza: alergia al huevo

Si algo deberíamos tener todos es confianza en lo que hacemos y confianza en lo que nos rodea. En estos tiempos en los que todos vamos a nuestro aire, es complicado y la desconfianza (antónimo de confianza) está presente en nuestras vidas en extremo.
Hace unos meses nos citaron para hacer la provocación al huevo de nuestra hija. La verdad es que nos daba algo de miedo y la confianza que teníamos no era demasiada. Retrasamos el "evento" todo el verano, pero la cita llegó y con ella el miedo a que no fuese bien.
Al comentar todo esto a un compañero de trabajo (algún día tendrá su homenaje en este blog... porque se lo merece de verdad) me dijo:
- Que bueno, ya se le va a quitar.
A lo que respondí:
- Ufff, no se yo. No tenemos mucha confianza.
- ¿Por qué?
- Por que no tenemos certeza de que se le haya quitado.
- Hombre, si los médicos te lo han dicho ...
- Ya, pero no te lo aseguran y los niveles no han desaparecido, son bajos, pero ....
- Claro, supongo que no es algo matemático y se habrán basado en algo para tener la certeza y la probabilidad en una alta medida de que se le puede pasar. No te van a decir que la lleves para pasar un mal rato. Seguro que se le ha quitado.
Sus palabras me dejaron pensativo, pues claro, seguro que va bien. Para que nos iban a decir que fuésemos.
Efectivamente tras dos días, muy duros por cierto, ya tolera el huevo cocido (salvo el huevo frito y tortilla que lo dejamos para la próxima) con lo que se abre un nuevo mundo de posibilidades y una nueva ventana a la esperanza.
Por cierto GRACIAS desde aquí al equipo de alergología y ... a mi compañero